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Feb 28, 2011

De puercos, moscas y sociedades decadentes

Hay muchas veces en las que me considero cinéfilo. Otras tantas simplemente fanático del cine, sin embargo, cada que alguien platica de una película que no he visto es como una pequeña laceración a mi ego.

Por razones que desconozco (y me arrepiento) no había visto El Señor de las Moscas (Lord of the flies, Harry Hook, 1990), hasta que la semana pasada mi profesor del módulo de Negociación, Pedro Carvajal, nos encargó de tarea verla.

Ésta adaptación de la novela de 1954 de William Golding, nos muestra de una manera muy cruda como un grupo de pequeños cadetes, al haber naufragado en una desolada isla tropical, son obligados a unirse para enfrentar los diversos peligros que se encuentran a su alrededor, sin imaginar que el mayor peligro en dicha isla, son ellos mismos.

Al principio del filme podemos observar cómo son establecidos los roles entro del grupo, de los que encontramos hasta éste momento, tres personajes clave. En primer lugar tenemos a Ralph, quien encuentra el caracol que en un principio sirve para reunir a todos los pequeños en asamblea. Es, precisamente en la primer “asamblea”, donde Ralph es nombrado líder de la isla por votación unánime. El primer decreto de Ralph es fabricar una fogata, para que en caso de que los estén buscando, sea más fácil a los rescatistas el encontrarlos.

Junto con Ralph podemos ver a Piggy, un gordito simpático que funge como el consejero del líder, quien además de ser el único del grupo que usa anteojos y ser el más inteligente, es el más vulnerable de todo el grupo, físicamente hablando. No es cuestión de discriminar, pero desde mi punto de vista, un niño con sobrepeso, miopía y asma, no tiene muchas posibilidades de sobrevivencia en un hábitat como en el que se encuentra.

Por otro lado tenemos a Jack, un niño que, al igual que Ralph tiene grandes dotes de líder, pero a diferencia del primero, no siente respeto alguno por la sociedad o las instituciones. Se menciona en la película que Jack había sido enviado a la escuela militarizada por severos problemas de conducta y sublevación.

Al principio de la odisea tropical, podemos ver cómo Ralph y Jack están unidos y tienen un fin común, el bienestar general del grupo, sin embargo, al estar alejados de la civilización y las normas sociales, Ralph se empecina en vivir con las reglas de los adultos mientras que Jack empieza a transformarse en un ser primitivo que lejos de seguir reglas busca, antes que nada, satisfacer lo que Maslow cataloga como necesidades primarias.


La historia parece tomar forma cuando Jack decide dejar a un lado las reglas y formar su propia tribu de cazadores, dándole la oportunidad al que quisiera de seguirlo. Bajo la tutela de Jack, los niños dieron rienda suelta a sus instintos más bajos, que ayudados del miedo infundado al monstruo de la isla, los convirtió en una manada de aborígenes salvajes.

Aquí interviene otro pequeño personaje, Simon, quien es el único de los chicos que descubre la verdad acerca del monstruo que habita en la isla, y cuando está a punto de informarles al resto que no hay que temer, Jack y su salvaje séquito acaban con su vida a punta de lanza. Su muerte podría verse como la representación del fin de la verdad y del sentido común.

El desenlace del filme es muy trágico. Cuando ya sólo quedaban en el grupo original La Civilización (representada por Piggy), la democracia (representada por el caracol) y La Diplomacia (representada por Ralph), Roger, el primer aliado de Jack, de naturaleza salvaje y sanguinaria, deja caer una enorme roca sobre Piggy, descalabrándolo a muerte. En éste momento, el caracol que representaba a la democracia ha sido destruido y Ralph, el único vestigio de bondad en la isla, es perseguido a muerte por todos y cada uno de los que alguna vez lo nombraron su líder.

Al final, los sobrevivientes fueron rescatados por digamos, un soldado.

El señor de las moscas nos deja observar cómo, a pesar de que existan reglas y convenciones, si no hay alguien suficientemente fuerte para defenderlas, al final cada quién va a ver por su bienestar propio, no importando a quien hieres o incluso a quien matas.

Si quieres disfrutar de una muy buena parodia de éste filme, te recomiendo que busques el episodio de Los Simspon "Das Bus" (El autobús de la muerte) que viene en la novena temporada.


**Alito, Lord of Something.

3 comments:

Unknown said...

Digamos... un soldado jajaja (ver:Los Simpson)

lunette de soleil chloe said...

you have done an excellent job of research and writing.

Unknown said...

Es genial ver como el cine esta retomando el resplandor que estaba acabando los remakes, peliculas de superheroes o malas sagas de libros, hace poco tuve la dicha de ir al festival del cine en Morelia y se puede ver como las peliculas mexicanas se van ganando el respeto de los cinñefilos, en el Cervantino en Guanajuato es tambien uno de los mayores expositores de todas las artes.