Reseña de unas vacaciones anunciadas

Domingo ya. Domingo de resurrección. Llevé a lavar mi coche, que tanta falta le hacía y ahora pienso en checar la cartelera del cine para acabar bien el fin de semana. De vuelta en la defectuosa capital me encuentro y me pongo a recordar mis recién agotadas vacaciones.

Miércoles 4 de abril
Sali de la oficina lleno de júbilo y me encontré con mi padre pa echar la buena garnacha del mercado, casa de mis abuelos para despedirme, casa de mi tia por unos encargos... Todo bien hasta ahora. Insurgentes sur. Tráfico. Porqué no manejo un metrobus?... Dos horas después, a las 8 de la noche, después de dejar atrás el monmuneto a la raza y la terminal del metro de Indios Verdes llego a la caseta. Pongo el iPod y dejo que me sorprenda con su mágico orden aleatorio. Jeans, Frank Sinatra, Intocable, Los Bunkers, Sheena Easton, Moderatto, Chetes, Buena Vista Social Club, Infected Mushroom, El Tri, todos ellos me acompañan para hacer mi viaje más placentero. Sin novedad... Pasé el retén militar sin temor alguno (el que nada debe, nada teme) para aproximarme a tierras tuxpeñas. A escasos kilómetros de la caseta de mi rancho empieza a llover. Soy el único en la carretera. Todo es oscuridad excepto por mis faros. La lluvia es muy clara, viene de frente. El efecto de la luz de mis faros con esa lluvia me hace recordar al Millenium Falcon tomando la velocidad de la luz. John Williams. Esto se ve increible.

Lástima... Ya llegué a la caseta. La lluvia estar-güaresca ha aumentado. Ya no hay velocidad de la luz, al contrario, tengo que disminuir mi velocidad a 10km/h. No se puede ver nada. Mi hermana me llama para decirme que va al bariloche. Perfecto, pensé, sólo llego a mi casa, saludo y que empieze la fiesta. El aguacero no cede. Llego a mi casa, mi mamá me recibe con un abrazo, una escoba y un jalador de agua. La casa se inundó. Adios fiesta. Dos horas después, con el piso un poco seco, pude dormir.

Jueves Santo
Un desayuno ligero con sabor a hogar. Una tarde sin particularidades en compañía de mis buenos amigos los HEROES y de Worms World Party.

En la noche una cena el atracadero, un nuevo restaurant-barco tuxpeño donde el servicio es un poco más malo que la comida. De ahí, nos fuimos al Bari-Lounge, para echar el brindis vacacional con los amigos que el destino quiera. Estuve con mi hermana y mi prima y sus amigos de generación. Muchas caras conocidas. Por cierto, saludos al Lic. Nicolás Suárez, fiel lector de este blog que tuvo a bien pasar a saludar.

Como por ahí de las cinco de la mañana y ya entrado en los efectos mareadores del alcohol, me acordé de mis amigos Choluleños... Dos de ellos, Alan y el Ebano recibieron un mensaje de texto a las 5:15 de la mañana qu rezaba así: "Mesa mesa mesa que mas aplauda".

Bonita manera de acabar otro dia.

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Viernes Santo
Día religioso por excelencia. No podía ser yo la excepción y me desperté en pleno Vía Crudis ( por lo de la Cruz, básicamente).

Después de un juguito de naranja, un gatorade de Limonada, unos huevos con cebollita y frijoles y un cafe, quedé como nuevo para irme a la playa desde el amanecer (mi amanecer, que fueron como las dos de la tarde). Me calzé las chanclas, me ensombreré y me fui a la playa. Maldita sea, parece periférico y palmas en pleno viernes. Ni modo. Dos horas después arrivé a tan concurrido litoral del Golfo de México. Tanta gente y tan pocos conocidos... En fin, esperaba encontrarme a algún conocido y así fue.

(Para más fotos, visita AlitoNet.com )

Entre tantas personalidades, me dio gusto saludar a mi amigo El Charro, que fue quien bautizó a este cotorreo como el Tuxping Break. Fue una tarde alegre, rodeado de viejos amigos y buenas anécdotas, mismas que se verán nubladas en la historia por razones de alto contenido etílico. Nos fuimos como a las 10 de la noche, pero como el responsable ciudadano que soy, decidí dormir un par de horas en mi coche para recuperar la conciencia y evitar accidentes.

Sábado de Gloria
Desperté temprano y sin cruda, pues tenía cita con la dentista. Después de estrenar mi muela de acero y que se secara el cemento (una hora y 15 minutos después) desayuné enchiladas con frijolitos y hueva (más?). El día estaba medio nublado por lo que no pude (o no quise) ir a la playa nuevamente, por lo que decidí visitar a mi abuelita quien me recibió con café calientito, flan napolitano y pay de limón (no escibo pie para evitar malas interpretaciones, no soy canibal). Después de fotografiar a los gansos de mi abuela fui a la casa y me puse a ver HEROES con mi mamá. Un par de siestas después la acompañé a la iglesia (vaya, semana religiosa y hasta que me digné visitar la casa del Señor [pero ya había ido a misa jueves y viernes... a mis a-lcoholes, je je ]). LA ceremonia del fuego nuevo estuvo un tanto interesante... La definiría como celebración eucarística mezclada con boda de rancho... Se bendijeron los cirios y el agua.

Al terminar la misa, yo de buen pedo me pongo a ayudar a recoger las sillas, sólo para descubrir, que por ayudar a la iglesia me robaron mi cirio bendito. Malditos.

De ahí fuimos a cenar a un bar que, si se pudiera definir como 2-3 (Dos Tres) yo le voy más como al uno y medio. De ahí, ya rozando la media noche llegué a mi casa para ver un episodio más de héroes, para después, pegar pestaña nuevamente.

Domingo de Resurrección
Desperté a las 5 de la mañana, como dijera aquella canción, para empacar mis cosas y agarrar carretera. Ya conozco los tráficos de la sierra y no tenía ganas de estar en esa inmensa fila que va desde La Ceiba hasta Poza Rica. Hice bien, ya que, aunque me orillé a dormir media oruga llegué a mi casa en el DF antes del medio día.

Domingo ya. Domingo de resurrección. Llevé a lavar mi coche, que tanta falta le hacía y ahora pienso en checar la cartelera del cine para acabar bien el fin de semana. De vuelta en la defectuosa capital me encuentro y me pongo a recordar mis recién agotadas vacaciones.

**Alito, de vuelta a la rutina